Te siento en mí, siempre pero
siempre fue así y es lo que me da fuerzas para continuar… intentándolo.
La inconformidad, el miedo, la
impotencia, todo forma parte del dolor, duele Mami preciosa. Si estuvieras
aquí, seguro me dirías:
¨llora lo que tengas que llorar,
pero sabes que tienes que continuar, tú puedes, con una mano secas la lágrima y
con la otra haces lo que tienes que hacer¨
Lo sé, te vi muchas veces hacerlo
y lo haré, y lo hago. Doy gracias porque elegiste ser mi madre, agradezco por
ser tu hija.
Le pedí a Dios que se acostara
contigo en tu cama, y que te cobijara para que sintieras más calor y seguridad,
y lo hizo. Juntos recorrieran el camino que te llevaría a su bella casa, para
reunirte con los abuelos, sobrinos y muy especialmente con tu negrita.
Nosotros aquí, tratamos de
aprender a vivir sin tu presencia, pero quiero reafirmarte que estas con
nosotros, dentro de cada uno, como solo tú sabes hacerlo.
Nos preparaste para la vida,
aunque jamás la visualice sin ti, el plan era que envejeceríamos las dos, al
punto de que solo nosotras tendríamos conocimiento de quién era mayor (te reías
y me decías tienes unas cosas) te imaginaba con tu cabello pintado de morado
claro, siempre arreglada, con un juego de bastones que combinaran a la
perfección con tu ropa, tu pashmina, charlando de modas, de decoración y
preguntándome: ¡¿tú vas a salir así?¡ ¡¡Conmigo NO, te cambias¡¡ y riéndome
iría a complacerte.
Complacerte me fascinaba, verte
arreglada siempre fue un placer que se convertía en orgullo, cuando los demás
exclamaban lo elegante y bella que es tu mamá. Y siempre respondí: ¡ella es así
las 24 horas del día, es que puedes llegar a casa, sin avisar y nunca estará
fuera de tono¡
Al extrañarte, cierro los ojos
para acurrucarme contigo, egoístamente te quiero solo para mí y me olvido por
un momento de todo, ese es mi momento contigo, solo tú y yo.
No me despido, solo te cuento
cómo voy llevando tu ausencia. Y me tranquiliza saber que algún día estaré
nuevamente contigo, y me darás tu opinión de cómo lo hice.
Sabes que no estamos solos,
siempre juntos para todo, como lo sembraste en nuestros corazones, ¡claro, si
estuvieras sería más sencillo¡
Cuando se fue la abuela me
dijiste: ¡ahora sí debo crecer¡ pues Mami está comenzando ese proceso, por
ahora solo vamos al ritmo del día a día…
Disfruta, ríe mucho y no te preocupes por nosotros, como siempre te dije:
¡¡MAMI PRECIOSA, LO HICISTE PERFECTO¡¡

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