Eran las 6:30am cuando aún en su cuarto escucha a su hija, quien nuevamente se encuentra viviendo en su casa, decir, con impaciencia “apúrense vamos tarde” a los dos niños de edad escolar.
Coinciden en la cocina, ella plácidamente degustando un pan con mermelada y un delicioso café, servido por Matilde, quien lleva trabajando en la casa tanto tiempo, que el paso del mismo es el compañero más fiel y conocido de esta.
Con asombro ve cómo la joven madre, recién divorciada y en plena juventud, lleva tacones altos, falda, blusa, maquillaje y la infaltable cartera de gran tamaño, colgada de un lado y del otro, las dos loncheras con monogramas de héroes infantiles, toma un trozo de pan se lo lleva a la boca, da ordenes a los pequeños, quienes exhiben las marcas de las sabanas en sus rostros y la lentitud que solo da el sueño sin disfrutar.
La partida, al igual que la despedida a la madre de la joven, la hacen con rapidez, como a quien el tiempo le cobra por segundos, los infantes arrastrando y arrastrados, por el frenesí de la joven progenitora suben a la camioneta, y al unísono piden la bendición, se pierden en el tránsito, acompañados por personas, que en su mayoría son mujeres que al igual que la moza mamá, corren para alcanzar objetivos, mientras que el objetivo primordial, que es vivir lo abandonan en el agite colectivo.
La señora aun sorprendida por el apresuramiento de su hija, se sienta con calma, en las hermosas sillas del jardín a contemplar la mañana; le vienen a la mente los recuerdos de su abuela, cuando hablaba de la liberación femenina, del gran logro de la igualdad, ríe ya que cuando disertaban sobre el tema, la yaya lo hacia en la rosaleda, con una limonada en mano, mucho orgullo y altivez en el rostro, decantando cada éxito del movimiento de liberación femenina, siempre haciendo hincapié de su participación.
Hoy en día se pregunta, si esos logros no son los causantes del llamado estrés, de ciertas conductas inequívocas de la juventud, del reajuste de los valores en la sociedad, de las ulceras estomacales, que sabe ella de cuantas cosas más o cuantas cosas menos.
Tiene claro que a su edad, prefiere la tranquilidad y la calma para disfrutar las metas alcanzadas, y que la manera de ser de la mujer hoy en día, es estando al día.
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